La dilatada obra de Francisco Márques Villanueva, una de las más destacadas del hispanismo actual, se enriquece con este “Santiago: trayectoria de un mito”. Ahondando en el significado del mito jacobeo en la historia política, religiosa e intelectual de España por espacio de un milenio, ofrece un renovador despliegue de ideas y conclusiones relevantes en aéreas especializadas, pero de interés no menor para qualquier persona culta. La prosa clara y vivaz de su autor garantiza como siempre una rica y grata experiencia para todo tipo de lectores. Su planteamiento, hermenéutico a la vez que interdisciplinario, guarda no pocas sorpresas, más allá de las formulas trilladas que oscurecen importantes aspectos del curso histórico de los pueblos de habla española.
El estudio y periodización de los ejes del mito ofrece una perspectiva superadora de arraigados y no bien entendidos sustratos ideológicos. El cuerpo material de Santiago, y no una idea política ni doctrina teológica, vertebró frente al islam una limpia ruptura de cara a un futuro prenacional cristiano. En contrapartida se convirtió en amenaza frente a Roma y los reyes de Castilla y León hubieron de atajar con inteligencia un proyecto compostelano de España como teocracia jacobea, todavía anacrónicamente propugnada por Quevedo. Márquez Villanueva, dice Juan Goytisolo en su prólogo, “se plantea unas preguntas que son las de todas las cabezas pensantes en un momento en el que las cicatrices cerradas de nuestra historia vuelven a abrirse”.