Tomando el peregrinaje de tres nobles flamencos en 1502 como punto de partida, este artículo sigue los pasos de los peregrinos flamencos hacia Santiago de Compostela durante el Renacimiento. Mientras humanistas como Erasmo de Rotterdam empezaban a criticar la importancia de los peregrinajes, los peregrinos flamencos continuaron visitando España, los ricos a menudo utilizando el camino marítimo y completando su viaje con visitas a Jerusalén y Roma. No obstante, la gran mayoría viajaba haciendo la ruta del camino francés. La existencia de un albergue flamenco en la ciudad refleja la importancia de Santiago para los Flamencos.