Es muy natural que una ciudad como Burgos haya tenido un templo dedicado a San Nicolás de Bari, santo enzaizado en lo más profundo de la devoción popular, tanto en Oriente como en Occidente.La primitiva catedral románica, mandada edificar por el rey Alfonso VI a partir del año 1075, estaba dedicada a Santa Marïa, Santiago el Mayor y San Nicolás de Bari.